ENTRENAMIENTO VOCACIONAL
Toda vocación nace en el corazón de la persona como llamada a un modo concreto de servir a Dios que favorezca la construcción del Reino en el mundo y la santificación personal de quien asume una vocación específica.
Debería ser algo sencillo y natural vivir si no fuera por la influencia del pecado que desequilibra el interior de los hijos de Dios para no permitirles vivir el plan amoroso, providente y salvífico del Padre en sus vidas.
Para que cada persona viva su vocación de manera madura, fecunda, santificadora y redentora, es necesario prestar atención a algunas áreas específicas de formación.
DIMENSIONES DE LA FORMACIÓN PROFESIONAL*
humano
Espiritual
Intelectual
Pastoral
*Según la Exhortación Apostólica Pastores dabo vobis, la misma idea está presente en la Exhortación Apostólica Vita Consecrata.